Dios no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira
lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón.

lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón.
No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.
No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.