“Repite siempre lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en él de día y de noche, para que hagas siempre lo que este ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien”. (Josué 1.8)
Tormenta II
De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. Romanos 8:18 NVI
¿Puedes confiar tú también que esos tiempos de dolor, tristeza y preocupación van a pasar? ¿Te atreves a creer que en un tiempo esta situación será tan solo un recuerdo más? Claro que puedes hacerlo y con certeza, porque Dios así lo prometió en su palabra. Toma un tiempo para mirar con detenimiento y observar los rayos de Dios alcanzándote aún en medio de la tormenta.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7 NVI
La paz de Dios no es para aquellos que no tienen dificultades, sino para quienes han decidido confiar en El Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, la *victoria y la majestad. Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo también es el reino, y tú estás por encima de todo.